lunes, 30 de abril de 2012

¿Tiene usted dinero? Enhorabuena puede estudiar

Llega el momento de que los universitarios se aprieten el cinturón. Al menos eso es lo que planteaba la semana pasada el Gobierno central que aprobaba un incremento de las tasas universitarias, con lo que los estudiantes tendrán que pagar entre un 15 y un 25% del coste de su plaza, lo que supone una subida de un 66% con respecto a lo que se venía pagando hasta ahora.

Así, para las primeras matrículas se establece una horquilla de entre el 15 y el 25% de ese coste total de la plaza, frente al 15 que venía a ser ahora. Para las segundas, entre el 30 y el 40%; para las terceras, entre el 65 y el 75%, y las cuartas, entre 90 y el 100%. De este modo se pretende penalizar económicamente a aquellos que tiene más dificultades a la hora de sacar una carrera. Aunque en un principio puede resultar obvio que lo lógico es que en unos estudios que no son obligatorios se favorezca a los mejores, eso puede llegar a generar un elemento discriminatorio para los que tienen menos recursos.

No obstante, si hay que encarecer el ingreso en las universidades públicas españolas, prefiero que sea en sudor, no en euros; que suba el listón de entrada y el nivel de exigencia, no las tasas académicas. Magníficos estudiantes se toparán con las puertas cerradas en su acceso a la universidad al carecer de recursos económicos. Me gustaría ver al ministro de educación, José Ignacio Wert, viviendo con 400 euros al mes, malviviendo en un cuarto alquilado, pagando tarjeta de transporte público (que ahora también subirá su precio) o simplemente intentado vivir con semejante salario. Y eso en el mejor de los casos, hay personas que no cuentan ni con 400 euros al mes, por lo que se verán abocadas a renunciar a los estudios universitarios.
No puedo dejar de sonreír ante la ironía de que a esta medida se la califique como reforma universitaria, cuando estamos ante un recorte de gastos y un afán recaudatorio. Según la RAE reformar es modificar algo, por lo general con la intención de mejorarlo, ¿qué es lo que está mejorando el Gobierno? Seguimos teniendo la misma educación universitaria pero más cara. Y como siempre serán los menos agraciados económicamente los que paguen el despilfarro que se ha producido en las universidades españolas, un reflejo de lo que ocurre en España, en el que millones de personas pagan las consecuencias de una crisis que no crearon.
Señor Wert, yo me preocuparía más por esos miles de profesionales que se forman en nuestro país y que ante el desolador panorama tienen que emigrar, ofreciendo su talento a otros países vecinos a los que el Gobierno ansía tanto parecerse.

Sin duda estamos volviendo a la educación de mis abuelos, en las que sólo estudiaba al que le pesaba la cartera. Es evidente que nuestro sistema educativo superior es digno de reformarse pero es mucho más sencillo hacer pagar más a los estudiantes que reorganizar a sus profesores o fusionar centros, por no hablar de cerrar algunos.


Isabel M. Gaspar Calero

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